- Hola, soy ChicaListaIngeniera. ¿Me puedes instalar el Photoshop en mi ordenador?
- Mmmh, va a ser que no, porque solo tenemos dos licencias y ya están instaladas. ¿Para que lo quieres?
- Es que estoy retocando una foto de un ensayo del laboratorio y en el fotosop hay una herramienta, que es como una varita, que sirve para seleccionar el contorno de lo que sale en la foto.
- Pues podemos hacer dos cosas. O te instalo otro programa que tenga algo parecido a la varita (como el Gimp) y que sea gratis, o si no vas a usarlo mucho y es para esa cosa puntual, te instalo una versión de evaluación de 30 días del Photoshop.
- Ufff, pues ponme el fotosop que como ya se como se hace así mejor.
Así que me bajo de la web de Adobe una versión de evaluación (¡unos 100 Mb!) y se la instalo. Después de eso al cabo de unas semanas volvió a llamar con la misma cantinela, le había caducado el Photoshop. Entre tanto, ya habíamos buscado una alternativa y sin darle opciones le instalamos sí-o-sí el Paint.NET, que está muy bien, es gratuito, y tiene la varita de marras que se llama magic wand.
Y volviendo a lo de por qué los usuarios no se cambian a Linux, dos moralejas de esta historia:
- Si ya conocen una cosa y se han acostumbrado a ella, es difícil hacerles cambiar, no importa el dinero que cueste (unos 900€) o que solo utilicen el 1% de sus posibilidades.
- Es difícil hacerles cambiar salvo causa mayor. Y en este caso la causa mayor fui yo (o mi compañero, no recuerdo), que nos negamos en redondo y en cuadrado a volver a instalar una versión de evaluación para que al cabo de otro mes volviera a llamar con la misma historia.